lunes, 21 de enero de 2013

No más foros


Santo que no es conocido, no es adorado
A. Jiménez, Picardía mexicana
Microfonitis aguda
Cuando contaba 17 abriles, asistí a mi primer foro, celebrado en el Teatro Boyacá de Caracas, en ocasión de la Asamblea Plenaria de Unión Republicana Democrática, partido que reunía a sus dirigentes tras 6 años de clandestinidad y resistencia contra el régimen dictatorial de Marcos Pérez Jiménez.
En dicho acto, presencié cómo afloraba una enfermedad que padecen numerosos compatriotas, y a la cual llamé, entonces, microfonitis aguda. El delegado del Estado Apure, infectado por tan terrible morbo, casi extendió su petitorio durante toda la jornada matutina, para que el arreglo de las alcantarillas de San Fernando –capital de su Entidad- fuese incluido como tarea prioritaria del futuro gobierno.
Con el advenimiento de la televisión y el cambio cultural que ella trajo consigo, el venezolano dejó de exponer y resolver sus conflictos sociales en los impresos y las radioemisoras, trasladándose al novedoso medio desde 1975, año en el cual -¡por fin y gracias a las microondas!- los canales VHF cubrieron al 80% de las poblaciones del país.
Para sortear esta transformación conductual y colectiva, el virus de la microfonitis aguda mutó a una versión más contagiosa, letal y perversa, conocida como el pantallerismo, término referido a la superficie exterior del tubo de rayos catódicos que, hasta la invención del plasma y los LED, permitía ver las imágenes transmitidas.
Desde entonces, hay dos categorías de seres humanos: los pantalleros y los que, de alguna u otra manera, hemos vivido o vivimos de la pantalla.
Las primera constituye la inmensa mayoría de la Humanidad, y abarca desde quienes, ingenuamente, saludan a familiares y amigos en cualquier estadio, marcha de protesta o concierto pop, hasta los opináticos de oficio –a quienes la microfonitis aguda ha debido infectarles por vía genética o serles inoculada en el vientre materno- que no desaprovechan la menor oportunidad para predicar ante las cámaras, independientemente de que sus declaraciones les importen un bledo al resto de los mortales.
Los segunda forma parte de un iceberg gigantesco, un entramado extendido hasta el fondo abisal, cuya manifestación visible es el reducido número de actores, cantantes, periodistas y presentadores, conocidos bajo el genérico de farándula, denominado por los ancestros bohemia y por las generaciones contemporáneas beautiful people –gente linda–.
La pantalla no describe un lugar, un medio ni un canal específicos; tampoco determina territorialidad, tiempo o ideología. No es la realidad objetiva, sino un pálido reflejo de la misma, segada por la impronta de escritores, guionistas, directores y protagonistas. Resulta, más bien, una abstracción global, cuyas reglas se repiten aquí, acullá y en Cafarnaúm.
A veces el crimen paga, la incomunicación nunca
El caso de PDVSA es un clásico de lo que no debe hacerse en Comunicación Social. El mismo término meritocracia, tan adorado por los gerentes de la estatal durante la IV República, llegó a convertirse en el condimento para el guiso de maledicencia, amargura y envidia, cocinado a las puertas de cualquier pozo, refinería o inmueble de la petrolera.
Meritócrata era el instruido, el inteligente, el laborioso. Los demás, incapacitados, brutos, zánganos. Por eso, tras la huelga del 2002, fue relativamente sencillo echar a la calle a más de 20 mil expertos, sin que casi nadie levantara la mano en favor de los desocupados. Antes bien, más de uno se habrá sintió complacido, y hasta pensaría: Se lo merecían, por arrogantes, fanfarrones, vanos.
Lo de PDVSA no es único en la historia de la incomunicación y desinformación. El bajo perfil le costó la existencia a Unión Carbide, trasnacional que inventó los zapatos de tenis US Keds, los neumáticos radiales y las baterías alcalinas, tras un desastre ecológico donde pasaron a mejor vida cerca de 40 mil hindúes.
¿Qué le hubiera sucedido a la Standard Oil, tras derrame del súper-tanquero Valdez en Alaska, si en la matriz de opinión pública no pesara un acumulado positivo de casi 150 años?
Al leer, Si es Bayer, es bueno, pensamos en la aspirina y le atribuimos a la marca, automática e inconscientemente, las magia que derrotó a un dolor de cabeza sufrido por la gente por 1,7 millardos de años. Sin embargo, pocos recuerdan que la misma compañía produjo el gas Ciclón B, empleado para exterminar a millones de cautivos durante la II Guerra Mundial.
El hierro de la espinaca no puede ser metabolizado por el organismo humano, y dicha verdura tarda 72 horas en ser digerida. Sin embargo, en su momento, Popeye el marino convenció a los desempleados por la Gran Depresión de los años treinta en EEUU, que –como sucede hoy con los esteroides- desarrollaba poderosos músculos. La espinaca era uno de los pocos excedentes agrícolas con que contaba el Presidente Roosevelt para mitigar la hambruna de su nación, y la historieta le sirvió de apoyo para iniciar su proyecto de rescate económico.
Al pan, pan; y al vino, vino…
Dentro del nauseabundo establishment que nos desgobierna, el manejo de los medios masivos dentro de los parámetros de la inteligencia militar, es lo que le ha permitido a la dictadura sobrevivir y medrar por más de 14 años, dentro de marasmo de increíbles contradicciones. Por lo que hay que hablar claro, y llamar al pan, pan; y al vino, vino
La gran contradicción a ser resuelta es la dependencia de  Cuba.
Como afirma Carlos Blanco en su columna dominical del 20 de los corrientes: El centro de la recuperación democrática en Venezuela pasa por romper los vínculos de dependencia política, administrativa, simbólica, militar y estatal, en general, con Cuba. Desde aquella frase de Raúl Castro, según la cual Venezuela eran la misma cosa hasta hoy, la dependencia no ha hecho sino aumentar hasta llegar a esta vergonzosa situación [] Los albaceas políticos de Chávez han llegado a considerar que el lugar para limar sus diferencias, llegar a sus trémulos acuerdos, enviar sus desangelados mensajes, es el Aeropuerto de La Habana bajo la sardónica vigilancia de Raúl Castro. La ignorancia histórica que parece poseer Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y Nicolás Maduro, como que si se la hubiesen ganado en combates intelectuales en la Sierra Maestra, les impide ver que su dependencia a Cuba es tan fuerte como el rechazo que produce…
No hay vía electoral…
Para romper con la dependencia cubana, hay que asumir el poder, sin esperar que el cambio llegue a través de comicios, pues en del sistema imperante, gobierno, oposición, medios y CNE son una misma cosa.
Si lo que se dice es cierto, el presidente electo regresará muy pronto, quizás el 4-F, apenas capacitado para jurar –mas no para ejercer sus funciones-  y, asimismo, en 3 meses habrá elecciones. Las cuales, impepinablemente, ganará Maduro, pues así lo quieren sus amos cubanos; como lo confirma Enrique Aristiguieta Gramcko en su Manifiesto a la sociedad…  del 10 de enero:
De manera lenta y progresiva, los cubanos han tomado control de nuestras notarías, los registros, el sistema de identificación y extranjería, la política exterior, y sectores importantes de la economía nacional. El control de los cubanos ha llegado incluso a los cuerpos policiales y a las Fuerzas Armadas, en detrimento de la seguridad y defensa del Estado.
Las consecuencias de la dominación castro-comunista se evidencian en todos los ámbitos del quehacer nacional. Esto ha significado, entre otros muchos males, la destrucción de nuestra industria petrolera; el desmantelamiento del aparato productivo, tanto en el campo como en la industria; la progresiva eliminación de las libertades civiles y económicas; y el avance del narcotráfico, la guerrilla y el crimen organizado.
Encendiendo una humilde vela
Para decidir si si Venezuela deja de existir como nación y se convierte definitivamente en  colonia de Cuba, o si recupera su identidad y destino histórico, Aristiguieta le pide a todos los venezolanos, especialmente a los militares, restablecer la vigencia de la Constitución, según el mandato explícito contemplado en su Artículo 333. Nos pide un nuevo 23 de enero, como el que el autor planificó y lideró en 1958.
¿Por qué lo hace? Porque sólo pueden poner fin a esta vergüenza, que nos ha convertido en la presa fácil de los mandatarios alcahuetas del Foro de Sao Paulo y en el país hazmerreir del mundo entero, quienes poseen el monopolio de las armas. Y, para que esto último suceda, es preciso que los civiles se movilicen, como ya lo han hecho los estudiantes universitarios en Barinas, Caracas, San Cristóbal y Valencia. ¿Por qué? Porque en la Historia de Venezuela los únicos movimientos exitosos de transformación socio-política han sido los cívico-militares.
¿Qué los civiles movilizados ahora son muy pocos? Cierto. Pero no es menos cierto que Cristo comenzó 2 milenios de Historia con 12 apóstoles. Y siempre resulta preferible encender una humilde vela  que permanecer a oscuras.
Lo que no valen son más foros. Llegó el tiempo de actuar y cesó el de hablar.

Nota: Dado que ningún medio de comunicación venezolano lo ha publicado aún, el documento de Aristiguieta en el presente blog puede ser leído y suscrito por mi amig@s seguidor@r, está a su disposición en la página Web: http://venezuelasoberana.com/manifiesto-a-la-sociedad-democratica-venezolana-y-a-su-fuerza-armada-nacional-2/ Manifiesto a la Sociedad Democrática Venezolana y a su Fuerza Armada Nacional.

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