lunes, 21 de diciembre de 2009

Para el 2011 no habrá vida…

Peter Ouspensky (1878-1947) fue un filósofo, matemático y psicólogo moscovita que ejerció una influencia notable sobre grandes intelectuales de los años veinte y treinta del siglo pasado, como Aldous Huxley, T. S. Eliot, Gerald Heard, entre otros notables discípulos.
Sus obras más importantes fueron: La cuarta dimensión, Tertium Organum, Un nuevo modelo del Universo, La extraña vida de Iván Osokin y Psicología de la posible evolución del hombre.
Ouspensky fue el primer pensador que detectó las limitaciones e imprecisiones de la Geometría Euclidiana y la Lógica Aristotélica, incorporando la noción del espacio como cuarta dimensión dentro de la concepción general del Universo, y destruyendo la noción del predicado como algo natural: El predicado no existe fuera de la Lógica, fue una ilusión que nos legó Aristóteles.
Un nuevo modelo del Universo se focaliza en un examen profundo de las relaciones entre hombres, mujeres y el medio ambiente. Allí el autor diferencia el erotismo de la pornografía, critica las posturas religiosas que enfatizan el papel reproductivo de la sexualidad, a la cual caracteriza como una forma de energía universal: Hay mucha más energía en el sexo que la requerida para perpetuar la especie. No sabemos si, al hacer el amor, estamos logrando que una hermosa planta florezca en algún planeta remoto…
Analiza las dos caras de la diosa Siva: vida y la muerte: A la mayoría les parece la vida algo conocido y soportable, y la muerte algo desconocido e insoportable. Pero no hay tal cosas, ambas etapas forman parte de un mismo proceso…
El tema de la dualidad es propio para las Pascuas, pues en esta época recordamos el nacimiento de Jesús de Nazareth, y tres meses más tarde –si Dios quiere- conmemoramos su muerte y resurrección. Algunos teólogos discuten cual de las dos fechas debería ser más importante, ya que la segunda tendría que ser estimada como la más grande para los creyentes, dada las implicaciones contenidas en los Evangelios.
Sin embargo, por sociocultura, nos aferramos al dolor –de los deudos, puesto que los difuntos ya no sufren, a menos que se queden vagando en el inter regno de las ánimas en pena o purgatorio de los cristianos-. El dolor forma parte del duelo, se lleva en el alma y no en el vestuario, y nunca desaparece definitivamente, ya que, como las grandes cicatrices, deja un tejido epitelial que no reacciona de la misma manera que el resto de la piel ante los cambios externos: se enrojece y pica a veces, molesta otras.
Según la ONG Observatorio de la Violencia, al cerrar el 2009, los familiares y allegados de 19 mil compatriotas comenzarán el Año Nuevo con heridas abiertas por loshomicidios violentos cometidos contra los suyos.
En su mayoría, esta metástasis que ha traído el Socialismo del Siglo XXI, se ha cebado contra los jóvenes, las personas de menores recursos y las víctimas inocentes de cualquier edad que tuvieron la mala suerte de atravesarse en medio de los cada día más frecuentes tiroteos entre las bandas de forajidos que pululan impunemente en todas las poblaciones del país.
Además de estos hechos, hay otras muertes prematuras que pueden atribuirse al estado permanente de confrontación, agitación y propaganda, dirigido arteramente desde Miraflores por el Jefe del Estado, y planificado en los laboratorios de guerra sucia del buró del Partido Comunista Cubano y el Ejército de ocupación que ese país mantiene en el nuestro.
Es sabido que un gran componente en las enfermedades catastróficas –como el cáncer y las cardiopatías- se originan y agravan con el estrés. Y no es posible escuchar la avalancha verborrágica del Jefe del Estado, sus mentiras reiteradas, sus propuestas insensatas y sus amenazas abiertas sin desestabilizarse o caer en pánico
Algunos de nuestros amigos recomiendan que nos encerremos en burbujas, nos dediquemos a ver películas simpáticas, conversemos con gente linda y nos sentemos a esperar hasta que pase la tormenta. Pero esta actitud no es posible en la República Bolivariana, pues el atraco, el secuestro, la balacera nos esperan a la vuelta de la esquina.
Por eso, por nuestra propia salud mental y esperanza de vida, concordamos con numerosos analistas que el 2010 tiene que ser el año del punto final para este desgobierno, sus secuaces y los invasores. Lo decimos cuando todavía nos queda algo de libertad, algo de dignidad y algo de valor. Estamos seguros de que, si dejamos que esta situación se prolongue más allá del 2010, para el 2011 no habrá vida.

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