martes, 22 de diciembre de 2009

Piensa mal y acertarás.

Hay varias maneras de deshacerse de un pain in the ass –una puntada en el trasero-, según la definición que le dan los gringos a los enemigos peligrosos.
El sicariato, es la más ruin, económica y expedita, la que le aplicaron al abogado y periodista Orel Sambrano por haberse atrevido a investigar las ramificaciones del llamado Cartel de los Soles. El hecho acaeció hace casi un año, el pasado 16 de enero, sin que hasta la fecha haya algún detenido o sospechoso.
El secuestro, resulta la más cobarde, rastrera y mendaz, favorita de los elenos, los paracos, los faracos y toda esa excreta humana que medra entre Colombia y Venezuela gracias al comercio ilícito, la extorsión y el narcolavado. Fue la forma escogida contra Richard Boulton, un joven piloto para quien su vida y su destino estaban entre las nubes, y que estuvo retenido por dos años en la tierra de nadie donde se cometen a diario todas las fechorías habidas y por haber, en nombre de grandilocuentes ideologías, exentas de lo que realmente vale la pena.
Henry Lord Boulton, padre de la víctima, quien sobrevió a todas las crisis de todos los gobiernos de Venezuela, tiró definitivamente la toalla con el caso. Hoy su hijo vive en el exterior, dedicado a otras actividades -ya que no hay ningún Boulton bruto o improductivo-, y el holding de las aerolíneas Avensa y Servivensa y sus operadoras hoteleras, que abrieron los destinos de Canaima y Santo Domingo y fueron pioneras de la administración de tiempo compartido en Venezuela, quedó para la historia.
Dado que con la acción anterior se mataron dos pájaros de un tiro –los plagiarios obtuvieron sus biyuyos y el incómodo pool de Avensa bajo la santamaría-, el proceso se le ha venido aplicando a otros venezolanos de manera exitosa, siendo el más relevante el del banquero Germán García Velutini, cuyo paradero se desconoce desde hace más de 10 meses.
Algunos analistas independientes califican como muy extraña esta situación, ya que el Venezolano de Crédito –de cuya directiva García Velutini es miembro- constituye una de las pocas instituciones que se ha mantenido firme en sus principios, rechazando pública y notoriamente la danza de los trillones de la boliburguesía.
A diferencia de Boulton, si el propósito encubierto era poner de rodillas al Venezolano de Crédito, fracasó rotundamente, pues Oscar García Mendoza, Presidente del mismo y hermano del secuestrado, cada día se muestra más vitriólico respecto al régimen.
Lo que nos lleva a la tercera forma de quebrar al enemigo, y no es otra que su ruina moral. En este formato pareciera enmarcarse la campaña de guerra sucia desatada contra Nelson Mezherane, banquero también y probo y próspero hombre de negocios, quien ha triunfado en todos los campos donde se ha metido.
Quien va desde el principio tras Mezherane no es Chávez –como lo afirma el economista José Guerra en la última entrega del semanario La Razón-, sino un famoso ex Vicepresidente que se quedó haciendo cuy-cuy con la fuga de Perucho Torres Ciliberto, su supuesto operador financiero –para no llamarle testaferro-.
Al principio de su gobierno. Chávez favoreció a Mezherane con la adjudicación del Parque Nacional del Ávila y la concesión de una mina de níquel. El desencuentro entre el empresario y el Primer Magistrado surgió a raíz de impasse con Globovisión, incordio del cual se aprovechó astutamente el ex para mover sus tentáculos y asfixiar a Mezherane, quien toda la vida le había considerado y tratado como un amigo, sosteniéndolo generosamente a través del patrocinio de las actividades de marchand d´art de su cónyuge en la época de las chiquitas.
Sin que siquiera le temblara la mano, como no le tembló tampoco a Lola Puñales, el ex emboscó a Mezherane, involucrándolo como autor intelectual del asesinato del fiscal Danilo Anderson. Persuadido de que Mezherane había seguido su recomendación de echar a correr, ordenó la publicación de un tubazo al respecto en un tabloide de gran circulación nacional.
Pero el banquero, sospechando de la buena fe del ex, no se fue, y en cambio se enfrentó valerosamente un juicio amañado, del cual quedó impoluto, mientras que el ejecutor de la orden, Isaías Rodríguez, salió con las tablas en la cabeza y fama de atorrante.
A partir de ese momento, como perro de presa, el ex potenció su persecución para destruir la imagen de Mezherane y apoderarse de sus haberes, a precio de gallina flaca o por simple confiscación. Lo que salvó al Federal, además de su solvencia, fue que la crisis de los bancorruptos reventó cuando la navaja de afeitar se acercaba a la yugular de la entidad. Esa es la verdad verdadera, y usted como presidente de Sudebán, capitán Edgard Hernández Beherens, debería conocerla pues los ataques contra el Federal han aparecido en programas televisivos y medios oficialistas.
Por eso, cuando Chávez vuelve a la carga contra Mezherane, llegó el momento de que la gente decente de su gremio le respalde incondicionalmente. Lo que está en juego no es un banco ni el dinero de sus ahorristas, sino la suerte de todo el sistema financiero privado. Y ni se imaginen quienes se crucen de brazos que saldrán con las botijas llenas, como sucedió con los Botines tras la estatización del Venezuela.
En resumen, quien dice querer joder a Mezherane es Chávez, pero quien trabaja a la sombra para que lo joda es el otro yo del doctor Merengue. Por eso, el Presidente debería y escuchar lo que el banquero tiene que decir. Sería muy aleccionador, y corroboraría el contenido de un antiguo proverbio castizo: Piensa mal y acertarás.

1 comentario:

  1. Lo que te faltò colocar en tu trabajo es que ese grupo ademàs de no pagarle a nadie,prefiere gastar en abogados y otros para alargar los procesos que bancos,trabajadores,profesionales,suplidores y otros le han incoado.Toda una proeza maula.

    ResponderEliminar