martes, 9 de marzo de 2010

Una historia de sapos.

I
Si Cristina y quien esto escribe nos privamos de encender los ventiladores, el aire acondicionado o el secador de pelo para cumplir con las normas de la estatizada, desposeída y burocratizada Electricidad de Caracas para no superar el mínimo establecido por quien les conté, ¿de qué vale este sacrificio si algún vecino, hijo de la Gran Bretaña, decide dejar todos sus enseres prendidos y, al final, su consumo individual se contabiliza en el total de la factura del condominio, generando un alza que afecta a todos los residentes del inmueble?
¿Y quién nos garantiza que el infractor no está al servicio del PUS, del G2 cubano o de cualquiera de los ideólogos del socialismo-castrismo-comunismo del Siglo XXI, de los vendepatria, traidores y prevaricadores que nos entregan como corderos atados a Cuba, Irán, ELN, ETA, FARC, FBL, Irán y cuantas miasmas pululan y contaminan la Patria de Bolívar? ¿Si no ha sido contratado precisamente para jodernos y ponernos a su merced? ¿Si no es el comisario político, electo a dedo en los cenáculos del poder rojo, para encargarse de la distribución de espacios entre los indigentes que nos acechan?
II
Dado que el Presidente de Cavetesu –el organismo gremial que agrupa a los proveedores de televisión por cable en Venezuela y demás directivos han decidido convertirse en intérpretes y ejecutores de los lineamientos de Conatel –según ha declarado recientemente en Globovisión el doctor Marcel Granier- , ahora han decidido ir más allá y convertirse en la caja chica de ese desprestigiado organismo gubernamental y recaudar un mes por adelantado a los suscriptores de la televisión paga a fin de entregárselos a esa lacra, bajo el supuesto de que, si alguien se diese de baja, el dinero le será devuelto.
Grandes carajos.: ¿A quiénes intentan engañar? ¿En qué banco(s) serán depositados esos fondos, que ascienden –a vuelo de pájaro- en más de 200 millones de dólares?
Mire usted, señor Seijas: No nos da la gana de adelantarle lo que pide para que lo ingrese en las arcas de este gobierno antinacional, corrupto y desgraciado. Si nos quiere cortar el servicio, ¡hágalo! Ya veremos cómo seguimos comunicándonos.
III
En las paredes de la urbanización donde residimos han aparecido figuritas –grafitos- pintadas en varios colores, con la predominancia de rojo y negro. Representan a niños y adultos. Los negros son enemigos de la satrapía, los rojos –supuestamente-, favorables a ella.
Según nos narra un dirigente comunal, a la “hora de la verdad”, las hordas del PUS ocuparán los inmuebles, y repartirán los espacios disponibles entre sus camaradas.
Primero muertos que bañados en sangre.
Durante el descalabrado referendo, (des)organizado por la (des)Coordinadora Democrática, tuvimos la oportunidad de observar una manifestación de motorizados chavistas. Estábamos, a dos cuadras de casa, con un vecino mayor que nosotros.
Los motorizados gritaban: “¡Viva Chávez!”. Mi compañero de ocasión repostaba: “¡En Cuba!”
Al oírlo, uno de los sicofantes del hamponato detuvo su moto y nos apuntó con una 9 milímetros. Yo. Vestido con un short sin calzoncillos, me lo bajé, y le diijimos: “Hijo de puta: ¡Dispárame o te la meo!”. Obviamente no lo hizo, pues si lo hubiera hecho no estaríamos narrando el cuento,
Dado que mis queridos vecinos nos vieron en cueros, y las damas conocen nuestro trasero y pene, nada tenemos que ocultarles,
IV
Le tenemos mucho respeto, admiración y cariño a nuestro hermano astrológico, el doctor Msrcel Granier, quien nació en el mismo lugar, a la misma hora ye un lugar contiguo al cual lanzamos nuestros primeros berridos. A él y a todos los venezolanos de corazón les pedimos que no pierdan la fe, que no se entreguen, que no claudiquen. Que este país no es una mierda, y, ni mucho meno s, una historia de sapos,

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