sábado, 1 de octubre de 2011

De Conferry a Sinferry


El régimen y la Teoría del Caos

Es difícil concebir que el caos, cuyo sinónimo más cercano es la anarquía, pueda fundamentar una modalidad de gerencia estratégica.
Sin embargo, sujetos como Esteban, que tiene de estadista lo que yo de cura; Jorge Giordani, que estudió Ingeniería Eléctrica pero ejerce la planificación; Alí Rodríguez Araque, abogado encargado del Ministerio de la Energía; la Fosforito, capaz de irse a las manos con cualquiera que no piense como su jefe y actual Ministra Penitenciaria; Tarek El Aissami, que se definió a sí mismo como talibán y es el Ministro del Interior y Justicia; y, para el final, el inefable Titular del Despacho Misterios, Trácalas y Complicaciones, Francisco Garcés, cuya única habilidad técnica parece ser penarse a lo Dudamel; todos estos personajes estrambóticos actúan conforme a la versión socialera, canalla y rumbera de la Teoría del Caos. Es más, la confirman a diario y taxitivamente en sus postulados que son, a saber:
Frente a un desorden aparente, debería existir alguna pauta, regla que se cumple en Venezuela, donde lo único organizado es el crimen.
Demuestran su eficiencia como actores y la eficacia de sus acciones al destruir para poder construir. Esto último no se ha cumplido aún, puesto que la castro-comunización del país no ha terminado aún, pero avanza, a paso de vencedores.
El caos y el dossier del inefable Garcés
Por eso, destacados miembros de la nomenclatura como Garcés están empeñados en acabar con la Aviación Civil.
Sabido es que la flota aérea de Venezuela es casi tan obsoleta y calamitosa como la de Rusia (un promedio de 30 años de añejamiento). Y que al Guasón le cuesta una y parte de la otra aflojar un centavo de dólar que no sea para su proyecto revolucionario.
Pero bien podría pedirle al camarada Leonel Hernández, cuyo país le debe una boloña de dinero a Pdvsa por petróleo crudo, que hiciera una triangulación con los aeropuertos dominicanos para que a las aerolíneas venezolanas no les prohibieran volar, no por inseguridad sino por malas pagas.
Desde que un ATR de Conviasa se estrelló en Guayana, estas magníficas aeronaves, construidas en Toulouse por el mismo fabricantes de los helicópteross de la familia real inglesa para sus trayectos cortos, permanecen paradas por falta de mantenimiento y repuestos.
El mismo Garcés es responsable de que en la única vía férrea de pasajeros que funciona en Venezuela, Caracas-Charallave, se haya producido un choque, no de dos, sino de tres ferrocarriles, con un muerto, decenas de heridos y los inevitables atracos a los sobrevivientes del desastre. Y va a serlo del choque anunciado de los nuevos trenes del Metro de Caracas, que circulan sin controles automatizados de seguridad porque los mandaron a fabricar en España (imagino que en base la repartición de comisiones más jugosas), y el sistema original se hizo en Francia.
También Garcés tiene la culpa de que los colectivos se desbarranquen en la Troncal 9, los puentes de la Autopista Valencia-Caracas estén al borde del colapso y las carreteras andinas, y Puente sobre El Lago se caigan a pedazos.
La visión holística de los babalaos

Estos adoradores de la magia yoruba (la Cota Mil está llena de perros, gallos y hasta corderos sacrificados en sus ceremonias) creen haberse visionado holísticamente, con detalles como la espada que camina por América Latina, cuyas réplicas les fueran entregadas a los dictadores más abyectos del planeta, el odio irracional al modo de producción capitalista y la ceguera absoluta respecto a las asombrosas mutaciones que el sistema experimentó desde Keynes y su auto-regeneración.
Consideran que hay que cambiarlo todo, radical, brutal y dramáticamente: Vamos a comprar tres ferries… o alquilarlos -: dixit Chávez.
Están convencidos de que deben empezar desde cero: La V República y el reescribir de la Historia Patria.
Se enfocan sólo en los proyectos
Eliminan la división del trabajo, lo cual les permite ser generalistas y no especialistas, y ejercer cargos para los cuales no están calificados
Destruyen roles, modelos y planes preestablecidos. Hospitales, escuelas, planes de protección social como el vaso de leche escolar no han escapado a este empeño desolador.
Al principio, tomando como ejemplo al martillo neumático con el cual pretenden reparar el mega hueco del kilómetro 12 de la Panamericana, perforan de arriba abajo. Después lo hacen al revés.
El caos y el hombre nuevo
Niegan el método científico, la evolución del hombre y anticipan su reemplazo en este milenio por una especie de Robocop, una concepción que engloba al famoso hombre nuevo del Ché Guevara con la tecnología del Siglo XXI.
Esta ideología se adopta como artículo de fe, pues en caso contrario, habría que dejarlo todo como está y se detendría la Revolución, lo cual constituye un supuesto negado). Lo más negativo de ella es que despierta irracionalidad e idolatría, conduce a callejones sin salida y recuerda utopías como las del Ave Fénix.
Fucho Tovar, Conferry y el caos
En una entrevista que Rafael (Fucho) Tovar, siendo gobernador de Nueva Esparta y propietario de Conferry, le concediera a la Revista Punto x Punto en 1996, explicaba el por qué su empresa no tenía competencia:
Los ferries son un negocio de 24 horas diarias, de 365 días al año, y hay que tener un equipo humano que lo maneje acertada y permanentemente. Ha habido otras navieras y han fracasado: Ferrimar, Intumaca y la Naviera Oriental -de J.J. González Gorrondona-. La única que perdura es la Nueva Esparta -hoy Conferry que fundamos en 1959, con unos barcos que trajimos, fiados, desde el Lago de Maracaibo.
Hoy poseemos naves construidas a la medida de nuestros servicios en astilleros noruegos, una empresa sólida, sin deudas. Nuestros enemigos políticos afirman que le debemos al Fisco y que con el monto de nuestra supuesta deuda el Hospital Luis Ortega ya estaría funcionando. Yo les reitero que, con los 14 mil 700 millones que dilapidaron en pagar obras inexistentes, ya hubieran resuelto los problemas de seguridad, electricidad y agua de Nueva Esparta.
Los usuarios que hoy protestan serán las primeras víctimas mañana
Los mismos airados usuarios que inculparon de sus atrasos y desdichas a la empresa privada que les transportaba entre la Isla y Tierra Firme, y quienes nunca protestaron contra al Alcalde-orate de Sotillo, Stalin Fuentes, que varias veces suspendió el tráfico de Conferry porque odia a la familia Tovar y organizó un bonche para celebrar su expropiación, o al Gobernador del Estado Vargas, General en Jefe Jorge Luis García Carneiro, quien tiene un ferry nuevo de paquete amarrado en los muelles de La Guaira desde hace dos años y que sólo usa para pachangas como las del Día de las Secretarias; suspirarán mañana por el pésimo servicio del cual hasta la semana pasada pudieron disfrutar.

Resulta imposible que los fanáticos de3 la Teoría del Caos, en su versión bolivariana, designados para manejar Conferry, empezando por Garcés, tengan la competencia, idoneidad y eficiencia para manejar, acertada y permanentemente, un negocio de 24 horas diarias, de 365 días al año, como lo es el de los ferries. Sería pedirle peras al olmo pues, en el continuo donde José Ortega y Gasset ubica a la Humanidad, entre las bestias y los dioses, los anarco-chavistas se colocan más hacia las primeras que hacia los segundos, en una actitud que el periodista de Globovisión Jesús Torrealba califica como adoración perruna al Caudillo.
Lo más desconcertante de todo es el silencio de los presuntamente damnificados por la expropiación del Conferry, los herederos de Fucho Tovar. Protesta el Gobernador, el Presidente de Fedecámaras, el de la Cámara de Comercio. Se callan los Tovar. Como lo hicieron cuando les expropiaron las acciones del Margarita Hilton. Y, probablemente, por las mismas razones. Aquí todo es un negocio, no en el sentido que le daba al vocablo el patriarca Fucho, sino en el léxico de la Teoría del Caos.
Por lo cual anticipo, sin ser astrólogo, adivino ni pitoniso que si antes teníamos a Conferry, ahora nos quedamos Sinferry.

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