viernes, 7 de septiembre de 2012

De eso no se habla


Mentiras, medias verdades y silencios
Herbert Marcuse, el Benjamín de la Escuela de Frankfurt, arremetía contra los medios masivos de su época denunciando que distorsionaban la información difundiendo mentiras podridas, medias verdades o silenciando realidades.
Es importante dicha reflexión en el momento que vive el país, frente al continuismo que pretende imponer el presente régimen y en referencia a la actitud de algunos políticos de oposición.
Más allá de Marcuse, voy a copiar una frase de Rafael Poleo, aparecida en su columna Corto y Profundo de El Nuevo País, el 1º de los corrientes: El periodista no tiene por qué ocultar lo que los ciudadanos tienen derecho a saber, y los políticos quieren que nadie sepa. Cosas básicas, como que los interés de los líderes y los intereses de los militantes con frecuencia son diferentes…
 Por la plata brincó el mono
Yo sabía de antemano no que William Ojeda iba a saltar la talanquera, como efectivamente lo hizo ayer, sino que el gobierno estaba ofreciendo una prima de 200 mil dólares a connotados dirigentes del chiripero que apoya la candidatura presidencial de Henrique Capriles Radonzki; haciendo visible el dicho de que por la plata brincó el mono.
Lo sabía, porque me lo comentó una fuente muy buena, involucrada además en impedir que ocurriera un deslave de grandes magnitudes, capaz de confundir o modificar la voluntad de los electores cagones de acudir a las urnas o votar por El  Flaco el próximo 7 de octubre. Esa misma persona me hizo saber que, afortunadamente, la mayoría de los demás objetivos designados, tras vacilar un tanto, resistieron a la tentación del organillero ofrecida por los endemoniados miembros del putrefacto PSUV.
¿Hasta cuándo seguir callando?
Lo confirmé escuchando hoy a Roberto Henríquez, Presidente de Copei, quien veladamente lo dejó escurrir en sus declaraciones en Primera Página, para, inmediatamente, corregir su error y atribuir la deserción al un no ser tomado en cuenta.
Acorde con la línea de las verdades a medias y el ocultamiento de algunas realidades que se han trazado por estos días los autodenominados medios independientes cuando se refieren al tema político electoral por aquello de que diciendo lo que es se le está haciendo un favor al Guasón,  las anclas de Globovisión calificaron al supuestamente vendido Ojeda de su posible victimización por parte del ex Vice-Delincuente HDP de la República, José Vicente Rangel, quien nunca le va a perdonar las denuncias que hiciera sobre la presunta corrupción de su homónimo hijo cuando fuera Alcalde del Municipio Sucre.
O sea, que amén de gozar de sus canonjías mal habidas, el politicastro de marras seguirá siendo portavoz de la politiquería comunitaria. ¡Carajo, William, no jeda más a Venezuela!
 Acorde con la recomendación de mi compañera de posgrado Gloria Cuenca de Herrera, ni me callo ni le doy chance a la otra opinión a estas alturas del juego.
No me callo porque no considero que los electores sean pendejos, masoquistas o mentecatos. Igual que los consumidores, los votantes tienen el derecho a conocer toda la verdad, nada más que la verdad y sólo la verdad. Quien considere a los electores son ovejas, no es un pastor sino un borrego.
Ahora el gobierno va a los medios privados
No me interesa ahora la otra opinión porque demasiadas ventanas tiene para mostrarse, porque hay millardos de bolívares y darlos para impulsarla y porque una claque de asalariados la propaga, dentro y fuera de Venezuela. Así es que, a través de mi humilde blog, le corto la proyección a las mentiras del gobierno.
No es justo que mientras El Flaco sostiene que importamos el 80% de lo que nos comemos, Globovisión –a punto de ser cerrada por el comandante-presidente- le de amplio espacio a Nelson Merentes para que lo desmienta, reafirmando lo que dice el Guasón en sus cadenas: que sólo importamos un 18 ó 19%, y lo demás lo producen Jaua y sus muchachos en los toldos de los Valles de Aragua confiscados a la oligarquía. Esa canallada no me la calo.
Como he decido no callarme, afirmo que lo publicado ayer por el inefable Oscar Schemel ayer sobre la diferencia de 20 puntos y más puntos entre los aspirantes a la Presidencia de la República es absolutamente cierta pero al revés, según informes que me han llegado por consultas astrológicas, ya que la percocería que se ha apropiado del CNE me impide comentar encuestas.
Finalmente, le pido a los asesores del Flaco que abandonen la estrategia de callar, pues, en este caso, el que calla otorga. Y no hay nada peor que sostener que de eso no se habla.

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